VALLE DE PARAVACHASCA 1.

Transcurría el mes de noviembre de 2019, estaba interesado en conocer el Viaducto construido en las inmediaciones de la localidad de Las Jarillas e inaugurado durante el mes anterior, además otra inquietud era: ¿Qué puede hacer un visitante en Córdoba, un sábado por la tarde?

Para salvar esas dos inquietudes adquirí un pasaje en una excursión, que partía del centro de la ciudad en las primeras horas de la tarde, y allá fui. El grupo comprendía todas las franjas etarias. El lugar otorgado no fue lo más conveniente para mis intereses de hacer fotos durante el trayecto, se trataba de la ventanilla trasera del transporte.

El itinerario era recorrer parte del Valle de Paravachasca, este vocablo es de origen comechingón que significa lugar de vegetación enmarañada. Hoy se trata de una región turística compuesta por varios pequeños valles y llanura chaco-pampeana, en la cual están asentadas varias localidades.

Las condiciones lumínicas eran bastante cambiantes, se manifiestan en las fotos que se complementan con el espacio celeste.

A poco de andar, alternaban en el paisaje distinto tipo de caseríos hasta que en el horizonte aparecieron las estribaciones de las sierras chicas. Ingresamos a la localidad de Falda del Cañete, que a ambos lados de la calzada muestra construcciones unifamiliares modernas, amplias; casas residenciales agrupadas en countries; casas quintas y estancias. Entre ellas están ubicadas las instalaciones de la CONAE - Comisión Nacional de Actividades Espaciales.

Obtenida de Internet

Obtenida de Internet

Seguimos avanzando y en un recodo del camino vimos desde arriba la localidad de Las Jarillas.

Y… arribamos al estacionamiento del Viaducto, ubicado en un área con una vista panorámica muy buena, un excelente mirador de montaña. En el sector principal está la placa que recuerda la inauguración de la obra y la entronización de una imagen a tamaño natural del Primer Santo Argentino, San José Gabriel del Rosario Brochero. En la copa de una serie de árboles que en su desarrollo sobrepasan las barandas de contención están colgadas pequeñas casillas con Mitos y Leyendas Religiosas.

Rápidamente se nos presentó la posibilidad de adquirir y degustar, los clásicos pastelitos serranos fritados, con dulce de membrillo o de batata en su interior.

Me dispuse a hacer fotos de Las Jarillas y su entorno, localidad ésta que hacía mucho que no visitaba. Ha cambiado bastante y para bien, principalmente en sus accesos.

Ahora es el turno del Viaducto, puente construido para salvar una depresión del terreno en el trazado de una carretera. En el caso que nos ocupa, tiene 240 metros de longitud. Está conformado por vigas de hormigón rectas y curvas. Sus pilas de 76 m son únicas en nuestra provincia, tienen una altura similar a un edificio de 25 pisos. La ruta tiene una longitud de 12 km, y une Copina (Valle de Traslasierra) con Falda del Cañete. Es una obra que genera entre otros: ahorro de tiempo, ahorro de combustible, menor impacto ambiental, evita desmontes, ofrece nuevos paisajes para promoción del turismo.

No podía faltar la foto del grupo.

Ya estábamos en condiciones de continuar camino.

La ruta que estábamos recorriendo, ofrecía un paisaje que motivaba hacer fotografías. Atravesamos un vado de uno de los ríos de la región, el cual refleja sierras y vegetación.

En algunos sectores las laderas de las sierras están cubiertas de plantaciones de pinos, emprendimientos bastantes comunes en la región. De repente irrumpió en nuestro camino el ingreso al establecimiento de La Granadilla, lugar apropiado para hospedarse y disfrutar de su gastronomía, sus pinares, su arroyo interno, de la flora serrana y de las aves que la habitan. El tráfico se intensificó en el momento que llegamos a nuestro segundo destino: el Arroyo Las Tazanas, que nace en las Sierras Grandes.

Cada integrante del grupo, se dedicó a sus intereses personales, a disfrutar del agua, principalmente los niños. El resto a tomar mate, a caminar, a leer, etc. Por mi parte marqué mentalmente una superficie de una manzana para hacer fotos de lo que ofrecía la naturaleza. Comencé con partes del arroyo.

Me di con el ingreso a una estancia de la zona, y con una madre y su hijo, disfrutando de la tranquilidad del lugar y del arroyo, encajonado por grandes piedras.

Registré las flores que le daban un toque especial a la vegetación.

Los reflejos en el agua, en los momentos en que la luz era más intensa, fueron otro motivo interesante para hacer fotografías.

Me trasladé a una parte estrecha del arroyo e hice fotos de las más variadas presentaciones de la naturaleza, los colores una verdadera paleta de pintor.

Qué decir del entorno! Manifestación de los matices de color verde que se nos ocurran.

No faltó la presencia de líquenes, y también del fresco berro.

Y… llegó la hora de partir hacia las próximas escalas, que serán publicadas en breve. Atrás quedó un rinconcito que muestra un sinnúmero de formas de manifestarse la naturaleza.