Esta Pinceladita intenta describir El Parque Nacional El Palmar. Durante un viaje a la región litoral de Argentina en Noviembre 2017 con el Taller Caminando con Historia, decidimos con M.E.B. y M.R.B. durante un almuerzo en la ciudad de Colón contratar un auto con guía para recorrer El Palmar, distante alrededor de 55 km. de la ciudad mencionada.
El Parque Nacional fue reconocido como tal en año 1966, comprende 8.200 hectáreas localizadas en el centro-este de la Provincia de Entre Ríos, sobre la margen occidental del Río Uruguay.
El paisaje se desarrolla sobre un relieve suave cubierto de bosque de palmeras yatay, pastizales y montes, que alternan con pajonales y selvas ribereñas. La especie Butia Yatay es una palmera que crece en la zona hace más de 2 millones de años aunque en las últimas centurias está en retroceso natural, a lo que se sumó el impacto de la agricultura, la forestación, los incendios y algunos mamíferos no originarios de la región que atentan contra ellas. Las palmeras alcanzan alturas de hasta 20 metros, las hojas verdes grisáceas miden de 2 a 3 metros, el fruto de color anaranjado es comestible.
Para recorrer y explorar el interior del Parque hay cuatro circuitos vehiculares y seis senderos peatonales, todos ellos de tierra; más tres miradores estratégicamente ubicados para apreciar el paisaje en su verdadera magnitud y dos observatorios de aves. Complementan los espacios naturales un Centro de Visitantes y un Área de Servicios, todo perfectamente señalizado y con innumerables facilidades para depositar todo tipo de residuos.
El tiempo escaso y el no contar con antecedentes del lugar hizo que el recorrido interno quedara en manos del conductor-guía, quien hizo la primera detención en el Observatorio del Pastizal.
Desde allí por el Sendero Arroyo del Palmar, que se desarrolla en medio de pastizales y palmeras, nos dirigimos caminando al cauce sinuoso del arroyo y recorrimos parte del mismo en un monte en galería con escasa penetración de luz solar.
Retornamos al vehículo por otro sendero con un apreciable desnivel, en el cual el pastizal era interrumpido por palmeras y hierbas florales.
La siguiente etapa fue atravesar el sendero El Mollar, hacer pequeñas detenciones para admirar el paisaje en dirección a los cuatro puntos cardinales, hasta estacionar en el camping para disfrutar de un refrigerio. Las cotorras incursionaban en procura de alimentos y en el monte de los alrededores de espinillos y ñandubay apreciamos los nidos comunales de estas aves. En sus inmediaciones está el Centro de Visitantes, donde se exhibe una interesante muestra sobre la naturaleza e historia del Parque y proporcionan todo tipo de información.
Nos dirigimos al Sendero La Calera del Palmar, la cartelería es un breve resumen de la historia del lugar, además conduce al Sitio Histórico y a la playa sobre el río Uruguay.
Una síntesis: los primeros habitantes fueron una tribu de indios charrúas. Alrededor del 1200 arribaron los indios guaraníes ocupando las márgenes e islas del río Uruguay. Posteriormente llegaron los españoles, y con ellos los jesuitas. La Calera del Palmar fue uno de sus primeros asentamientos jesuíticos, de allí despachaban cueros, grasas, leña y cal, a los asentamientos de Buenos Aires, Santa Fe, Montevideo y a los pueblos de las Misiones Jesuíticas.
A continuación recorrimos el acceso a las playas en la margen del río Uruguay, la zona está cubierta por un bosque de árboles autóctonos enmarcados por arbustos y hierbas florales.
El guía nos comentaba que a los mamíferos y aves que habitan el parque se los nota activos al atardecer, aunque el tránsito de vehículos y personas hace que no se acerquen a los senderos. Existen animales típicos del pastizal pampeano, algunos se extinguieron como el yaguareté. Existen algunos mamíferos exóticos introducidos por los humanos, tales como el jabalí europeo. En cuanto a las aves, están presentes ejemplares de 250 especies. En el Parque Nacional se construyeron dos observatorios de aves, a los cuales no pudimos acceder porque el tiempo nos apremiaba. Durante el recorrido solo pude fotografiar: un zorro de monte, carpinchos, caranchos, cotorras.
Cuando el sol comenzó a ocultarse emprendimos el regreso, prácticamente debíamos atravesar todo el Parque, en un recodo del camino nos detuvimos a fotografiar lo que restaba del atardecer.
Se me ocurrió cerrar los ojos e imaginar una noche de luna llena.
No estaba preparado para recorrer, explorar y fotografiar El Parque Nacional El Palmar y más aún en una tarde. Me costó describirlo en los párrafos anteriores. Es necesario más tiempo para recorrer los arroyos que lo atraviesan, el río Uruguay que es su límite occidental, disfrutar de los miradores y de los observatorios de aves.
Me cuesta entender la elasticidad de sus palmeras, que soportaron centenares de huracanes que pretendieron doblarlas, pero su flexibilidad las hizo volver a su posición, erguidas, y cuando el sol acaricia sus hojas verdes grisáceas las describiría como elegantes.
Fue una tarde rodeado de la naturaleza y de un lugar más de Argentina para conocer y disfrutar.
-Muy lindas fotografías y muy interesante la historia del lugar / mirá vos...
ResponderBorrarGracias Manuel, tenemos tantos rincones para conocer en nuestro país. Abrazo.
BorrarMuy lindas Ignacio. Abrazo
ResponderBorrarGuillermo
Gracias Guillermo, espero poder seguir compartiendo otros lugares. Abrazo.
BorrarHola Ignacio, como siempre muy interesante y hermosas fotografias, es un ´placer conocer, a traves de tus pinceladitas, tantas cosas que sabemos existen pero con tus relatos y fotos tenemos la explicacion tan real que es como si hubieramos hecho el paseo contigo. Te felicito y gracias por compartir
ResponderBorrarGracias Elena por tu comentario. En esta época extraño no poder seguir conociendo lugares de nuestro país. Abrazo y cuídate.
BorrarComo siempre amigazo.-Sobresaliente y muy bonito,con mucha calidad artistica sin ninguna duda.Muchas gracias,estas cosas ayudan mucho para poder sobrellevar el mal momento que vivimos.-Mi señora Elena y yo los recordamos con mucho afecto,reciban cordial saludo.-
ResponderBorrarGracias por tu comentario. Nosotros también los recordamos con mucho afecto y sobretodo cuando escuchamos como cantas los tangos. Abrazo grande y cuídense.
BorrarJorge"Canario"Destaville y Sra Elena.-
ResponderBorrarHola Canario, que bueno que recibas los blogs. Espero te agraden. Abrazo para los dos.
BorrarMUY BUENAS IMÁGENES!!!
ResponderBorrarcomo siempre,inmejorable. abrazo.
ResponderBorraresperemos poder ir en algun momento a ver este hermoso paisaje!!! muy bueno
ResponderBorrarHermosas fotografias!! Y que lindo conocer la historia de tan bellos lugares.
ResponderBorrarAgradecido por tu comentario Romina.
ResponderBorrarGRACIAS PORRITO POR TAN LINDO PASEO . PARA MI ES AUN MAS INTERESANTE YA QUE MI PADRE NACIDO EN UY. TENIA UNA ESTANCIA EN EL NORTE DE S.FE "LAMADA ESTANCIA EL PALMAR" TE CUENTO QUE APARTE DE UNA CASONA Y OTROS SERVICIO HABIA UN AREA CON UNA LAGUNA QUE SALIA A UN ARROYO QUE HASTA LAGUNA LA BLANCA QUE ESTA SE COMUNICA CON EL RIO SALADO RODEADA DE PALMERAS LO RARO HERA QUE HABIA CANTOS RODADOS PROPIOS DE ORILLAS DEL MAR.
ResponderBorrarQuerido Ignacio... Te acompañé en esta aventura !!! Hermoso hacer el recorrido nuevamente !!!Las fotos excelentes, como siempre y muy buenos tus comentarios...Te mando un abrazo ! Malena.-
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