La tradición del pesebre se generó en el siglo XIII, cuando San Francisco de Asís quiso celebrar una Navidad lo más realista posible e instaló un pesebre con paja dentro de una cueva y puso una imagen del Niño Jesús junto a un buey y una mula vivos. En ese escenario, celebró en 1223 la misa de Nochebuena. El éxito de esta humilde representación del pesebre fue tal que rápidamente se extendió a toda Italia. Pronto se introdujo en las casas nobles europeas y de ahí fue descendiendo hacia las clases más pobres.
En muchos lugares aún pervive la tradición de recrear el nacimiento como un pesebre viviente. También se utilizan los nombres de Nacimiento o Belén como sinónimos de Pesebre
En muchos lugares aún pervive la tradición de recrear el nacimiento como un pesebre viviente. También se utilizan los nombres de Nacimiento o Belén como sinónimos de Pesebre
Los Reyes Magos, son también símbolo del
tiempo, del pasado, el presente y el futuro, y por eso sus figuras representan
un hombre anciano, uno de mediana edad y uno joven. Sus nombres Gaspar, Melchor
y Baltasar, a este último se lo representa de raza negra. Además, “La Biblia”,
relata cómo una estrella guió a los tres Magos desde Oriente y señaló el lugar
donde se encontraba el Niño Dios al detenerse sobre el pesebre.
Una de las más arraigadas tradiciones navideñas
consiste en crear una escenografía del nacimiento mediante pequeñas figuritas
enmarcadas en un paisaje de arena, piedras, etc.
En esta Pinceladita les comparto imágenes de
los pesebres que conservamos en una vitrina, en general son de pequeñas
dimensiones, están construidos en distintos materiales, la mayor parte de ellos
son artesanías y representativos de la región donde fueron realizados.
Cada fotografía está encabezada con el nombre
del lugar donde los compramos, los materiales constitutivos, y la altura de la
imagen mayor que la integra.
Monasterio
Abba Padre, Los Cocos – Córdoba.
Material: Arcilla barnizada. Altura: 10 cm
San
Pedro – El Vaticano.
Material: Fundición en plateado y dorado. Altura
máxima: 9 cm, imagen: 5 cm
Lima –
Perú.
Material: Mate porongo, imágenes en yeso.
Altura externa: 11 cm, imágenes: 4 cm. A la derecha, el pesebre clásico de
noche. A la izquierda, de día, pastores con sus llamas.
Feria
de Artesanía de Córdoba.
Material: Barro cocido pintado. Altura: 2 cm.
Representación del norte argentino.
Feria
de Artesanía de Córdoba.
Material: Barro cocido pintado. Altura: 3 cm.
Representación de la zona austral argentina.
Capilla
del Monte – Córdoba.
Material: Cáscara de nuez con imágenes en
madera. Altura externa: 3 cm, imágenes 1,5 cm.
Budapest
– Hungría.
Material: Cáscara de amarula, fruto africano.
Imágenes de madera. Altura externa: 10 cm, imágenes: 3,5 cm.
Cuzco –
Perú.
Material: Mate porongo, imágenes en yeso.
Altura externa: 11 cm, imágenes: 2,5 cm.
Santuario
de Fátima – Portugal.
Material: Estuche de tela, imágenes de acero.
Altura externa: 6 cm, imágenes: 1 cm.
Lyon –
Francia.
Material: Madera. Altura: 5 cm, imágenes 2 cm.
Origen…
desconocido u olvidado.
Material: Cáscara de nuez, rodeada de una
terminación de acrílico y cerramiento de celuloide, imágenes en yeso. Altura: 4
cm, imágenes 0,7 cm.
Taormina
– Sicilia.
Material: Cuarzo macrocristalino, imágenes de
acero.
Querétaro
– México.
Material: Yeso pintado. Altura: 4,5 cm.
Puebla –
México.
Material: Cerámica pintada. Altura: 5,5 cm.
Basílica
de Guadalupe, DF – México.
Material: Cerámica pintada. Altura: 13 cm.
Puebla –
México.
Material: varios, en un recipiente antiguo de
vidrio (de penicilina). Altura: 6 cm, imágenes: 1 cm.
Salta –
Argentina.
Material: Madera de varios tipos, imágenes
caladas. Tríptico de 24 cm. de largo y 9 cm. de altura.
Santiago
– Chile.
Material: Barro cocido. Altura: 9,5 cm.
Catedral
de Sal, Zipaquira – Colombia.
Material: Piedra de sal, imágenes en yeso.
Altura: 7 cm, imágenes: 2 cm.
Basílica
de Luján, Buenos Aires – Argentina.
Material: Barro cocido. Altura: 11 cm.
Crecimos en hogares religiosos donde muy
temprano nos iniciaron en la ceremonia de armar el pesebre, lo construíamos en
el interior de un comedor grande muy común en aquella época y tratábamos, con
bolsas de arpillera, yeso, troncos, arena, etc., de reproducir un valle nevado con
lagos (al mejor estilo de nuestros ancestros europeos), generalmente ocupábamos
3 m2. Al decidir esta Pinceladita visité el cuarto de trastos y me di
con la casita que usábamos para colocar las imágenes. Con el correr de los años
tuvimos la oportunidad de visitar la Basílica de la Natividad, y tomar contacto
con la estrella que indica según la tradición cristiana el lugar donde nació Jesús
de Nazaret.
muy bueno, todos esos pequeños pesebres, en casa tenemos uno muy lindo y colorido, azul, (creo que es de holanda y me lo regalaste vos), inolvidable ese casita del pesebre..
ResponderBorrarEstimado Ignacio. Gracias por compartir las imágenes y el relato. Además de estimular nuestros recuerdos un poco adormecidos, nos permiten poner en perspectiva nuestras vivencias actuales.
ResponderBorrarUn abrazo y muchas felicidades
Gracias Ignacio por compartir esos pesebres que nos hacen volver a nuestra infancia, tan llena de ilusiones y ternura. Feliz Navidad!
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